ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL PERIÓDICO
El periódico nació en la Antigua Roma
como un medio para dar a conocer al pueblo los hechos y logros
importantes del gobierno. El primero en utilizarlo fue Julio César, que
publicaba solo hechos que favorecieran sus intereses políticos, también se
elaboró una publicación similar en la Antigua China.
Sin
embargo, este tipo de publicaciones no se masificaron hasta el siglo
XV, con la invención de la imprenta por Juan Gutemberg en Alemania.
En esta época, los periódicos eran panfletos de una sola hoja medio
sensacionalistas, conocidos como “hojas volantes”, que se publicaban para un
evento o acontecimiento, como el terremoto de Guatemala de noviembre de 1541,
aunque la mayoría de las veces era para retratar de una forma humorística
la sociedad de la época y los sucesos de actualidad. Como la mayoría de la
gente no sabía leer en ese tiempo, los llamados “pregoneros” gritaban
las noticias en plazas, mercados y lugares públicos.
Para
ver la llegada del periódico moderno, habría que esperar al siglo XIX,
cuando los avances tecnológicos producidos por la Revolución Industrial
permitieron que las imprentas tuvieran un mayor tiraje, abaratando los costos y
permitiendo que llegara a un número mayor de gente. Con esto, se tuvo una
mayor difusión de las ideas, especialmente en países con libertad
de prensa, como Estados Unidos,
Inglaterra y Francia.
En Chile, el primer periódico fue
la “Aurora de Chile” de 1812, y durante la época posterior a la
independencia, se importaron muchas imprentas que utilizaron varios grupos
políticos para dar a conocer sus ideologías. Como los partidos más importantes
eran los conservador y liberal, hubieron grandes conflictos entre estos grupos,
hasta se crearon publicaciones solo con el objetivo de criticar y difamar
al grupo contrario (como El Timón y El Corsario, ambos usaban palabras de fuerte
calibre). Todo esto terminó con la Guerra civil de 1829, en la que
resultaron ganadores los conservadores y el presidente José Tomás Ovalle
decretó la clausura de toda la prensa opositora al año siguiente.
Sin
embargo, varios periódicos de oposición sobrevivieron en la clandestinidad y no
fue hasta la llamada “generación literaria de 1842” cuando los periódicos
empezaron a adquirir un tinte serio y cultural, destacándose “El
Mercurio de Valparaíso”, que procuraba mantenerse al margen de la
política. La abolición de la libertad de prensa terminó con la llegada al
poder del presidente libreal José Joaquín Pérez, en 1861.
En 1884, Otto Mergenhaler inventó la
máquina del linotipo, que moldea líneas enteras de letras con plomo
caliente, lo que produjo una época de adelantos en la impresión de los
periódicos.
A principios del siglo XX, la prensa
(especialmente en Estados Unidos) se concentró en historias
sensacionalistas que pretendían vender, no informar de verdad, un ejemplo de
esto son los folletines, originarios de Francia, que era una sección
del periódico que publicaba obras completas por capítulos, y poseía
una trama emocionante y poco verosímil, destinada a lectores ingenuos.
Las dos guerras mundiales trajeron como
consecuencia una vuelta al periodismo tradicional, y el sensacionalismo
quedó atrás, ahora el mayor objetivo de los periódicos era informar la
realidad tal como era, aunque esto sólo se logró con el paso del tiempo.
Ahora, con la aparición de las nuevas
tecnologías, y los medios de la radio, el Internet y la televisión,
el periódico ha dejado de ser la fuente de información primaria de la
gente, ya que mientras el tiempo en que el periódico da una información desde
que se produce es de un día a otro, los otros medios dan la información a
conocer en cuestión de horas o minutos, con lo que la prensa escrita ha quedado
en mucha desventaja
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